Infraestructura
México destaca por coberturas ante desastres naturales: Swiss Re
Desde que el tsunami que arrasó Indonesia en 2004 en el que murieron 300 mil personas, el sector de los seguros tenía poca presencia en esa parte del mundo. Por la catástrofe climática, las pérdidas fueron enormes, las cuales fueron absorbidas por las personas y los gobiernos, y donde el mercado asegurador no tuvo prácticamente participación.
Desde entonces, la firma Swiss Re ha buscado cerrar la brecha en la cultura de protección de daños, en donde México destaca por su cobertura a nivel internacional.
“México ha venido siendo pionero en la materia desde el año 2006, cuando emitió un bono catastrófico contra un terremoto, mismo que en 2009 lo renovó pero mejorando la cobertura; empezaron con terremotos, cubriendo ciertas regiones del país, pero en 2009 se agregó el riesgo del huracán. Gracias a este conocimiento, Perú, Colombia y Chile se suben a esa alianza y colocan 1,360 millones de dólares en el mercado de capitales”, destacó Rubem Hofliger, Senior Risk Officer para América Latina en Swiss Re.
Durante la conferencia “Soluciones innovadoras de transferencias de riesgos para el sector público” que impartió el especialista en la sede del Hotel Royal Pedregal, destacó que ante las catástrofes naturales, se cuentan, en material de seguros, con “soluciones de tipo indemnizatorio, bonos catastróficos y soluciones paramétricas” para solventar riesgos climáticos, riesgos energéticos, y riesgos agropecuarios, pero incluso, ya se tiene contemplada una cobertura contra pandemias.
Con este tipo de protecciones, se cubren diversos activos, como escuelas, hospitales y puentes, donde el gobierno “tiene la responsabilidad social de ayudar a las personas de bajos recursos; ayudar a esa población que no puede regresar a la normalidad, o que no puede regresar a su casa por alguna inundación o terremoto o cuando el agricultor pierda sus cosechas por una helada o una inundación”.
“Sin la ayuda del gobierno”, expresó finalmente, “la gente no regresa a la normalidad y no se reactiva la economía, lo que desata toda una cadena de consecuencias”