FINANZAS
Hogares, gestores e instituciones financieras poseen los bonos del Tesoro

Garrett Melson, Estratega de Portafolio, Natixis IM Solutions, señala que cuando surge el tema de la tenencia de los bonos del Tesoro estadounidense, la atención suele centrarse en los inversionistas extranjeros y el riesgo de que reduzcan sus tenencias o la demanda a futuro
En una nota considera que estos temores se han intensificado tras la escalada de la administración Trump en la arena comercial, pero las tenencias extranjeras de bonos del Tesoro estadounidense como porcentaje de la deuda total en circulación ha experimentado una caída estructural desde la Crisis Financiera Global.
Agrega que los datos del flujo de fondos de la Reserva Federal (Fed) muestran que la tenencia extranjera como porcentaje del total de bonos del Tesoro ha disminuido de forma constante desde 2014, aunque esta caída se ha estabilizado en los últimos años.
De esta forma, los hogares, gestores de activos e instituciones financieras, en conjunto poseen casi 42 por ciento de los bonos del Tesoro en circulación.
Acota que la tenencia de la Reserva Federal alcanzó un máximo de más del 15 por ciento de la deuda del Tesoro en circulación a mediados de 2022 y ha estado disminuyendo desde entonces gracias a la continua reducción del balance de la Fed.
Dado que los compradores más insensibles a los precios, los bancos centrales, están reduciendo sus compras de deuda soberana a nivel global mediante sus programas de liquidación, los compradores sensibles a precios han estado entrando al juego, es decir los hogares, gestores de activos e instituciones financieras.
La principal implicación de lo anterior, es que se ha eliminado del mercado una oferta marginal constante, lo que se traduce en una volatilidad cada vez más alta a medida que la dinámica de descubrimiento de precios se despliega, impulsada por la demanda de compradores sensibles a los precios, como los hogares, gestores de activos e instituciones financieras, que en conjunto poseen casi 42 por ciento de los bonos del Tesoro en circulación.
Es probable que este proceso continúe, ya que los bancos centrales se mantienen al margen, mientras que los inversionistas finales impulsan la dinámica de la demanda en el mercado de bonos del Tesoro.
Para el especialista, la conclusión típica de este cambio es que es probable que las tasas estén sesgadas al alza, pero esto no ha sido así en los últimos años, a pesar del aumento en la emisión. En cambio, el valor y las perspectivas macroeconómicas se han traducido en una oferta significativa por parte de estos inversionistas.
Tasas más altas generan una mayor demanda, lo que actúa como una limitante natural de la magnitud y la velocidad del alza de tasas. Si a esto se le suma las pensiones y aseguradoras, estos compradores poseen casi la mitad de todos los bonos del Tesoro en circulación. Y han impulsado más del 82 por ciento de las compras netas de bonos del Tesoro desde que inició el programa de reducción de la Fed a mediados de 2022.
Se espera que continue esta tendencia, y si bien esto significa que la volatilidad podría ser más elevada que en la era posterior a la crisis financiera mundial, simplemente marca un retorno al paradigma previo a la crisis global en cuanto a volatilidad y formación de precios.
Las tensiones comerciales ciertamente añaden un factor adicional a la perspectiva, pero la demanda privada del extranjero se mantiene robusta, ya que los inversionistas globales buscan valor, valor que sigue favoreciendo a los bonos del Tesoro estadounidense. Y mientras el mundo batalla con posibles cambios en el marco comercial global, el dólar permanece firmemente ligado a la estructura del comercio mundial, dado que sigue siendo la divisa dominante para facturación y financiamiento.
Cualquier cambio que se aleje de esta estructura lleva tiempo y requiere una alternativa adecuada. Esto significa que la demanda procíclica de dólares y bonos del Tesoro probablemente persista, lo que proporciona una fuente natural de demanda de bonos del Tesoro.
Y si bien la incertidumbre y la volatilidad comerciales pueden causar fluctuaciones marginales, persiste una gran cantidad de compradores, tanto nacionales como extranjeros, sensibles a los precios y en busca de valor, lo que sugiere que muchos de los temores en torno a la perspectiva de la demanda de bonos del Tesoro estadounidense son exagerados. La demanda de deuda del Tesoro estadounidense no sólo sigue viva, sino que se mantiene activa y estable.